- El concejal de Planeamiento Urbanístico y Vivienda, Manuel Saravia, y el presidente del COAVA, Manuel Vecino, descubrieron la placa, que distingue a este inmueble como patrimonio de la arquitectura moderna
- El Museo Patio Herreriano acoge hasta el 12 de diciembre la exposición ‘Fernando Cobos Estudio de Arquitectura’. Esta tarde tendrá lugar el acto de reconocimiento a los arquitectos que en 2020 y 2021 han cumplido 25 años en la profesión
El Colegio de Arquitectos de Valladolid (COAVA) celebra, este lunes 4 de octubre, el Día Mundial de la Arquitectura con el reconocimiento de una placa DOCOMOMO a las oficinas de la refinería de aceites Hipesa, más conocidas como la Casa del Barco (1935), con la inauguración de la exposición ‘Fernando Cobos Estudio de Arquitectura. 30 años de investigación e intervención en el patrimonio histórico’ en el Museo Patio Herreriano, que se podrá visitar hasta el 12 de diciembre, y con el acto de reconocimiento a los arquitectos vallisoletanos que en 2020 y 2021 han cumplido 25 años de profesión.
La Fundación DOCOMOMO Ibérico, cuyo objetivo principal es la documentación y conservación de la arquitectura y el urbanismo del Movimiento Moderno __que estudia la arquitectura moderna con el fin de lograr su reconocimiento como parte de la cultura del siglo XX__, otorga la distinción a este edificio por sus valores patrimoniales característicos de esta etapa.
El concejal de Planeamiento Urbanístico y Vivienda, Manuel Saravia, y el presidente del COAVA, Manuel Vecino, descubrieron esta mañana una placa DOCOMOMO en el edificio proyectado por Constantino Candeira, que fue seleccionado por los arquitectos de Valladolid frente a las propuestas de la vivienda unifamiliar Casa Luelmo (José Antonio Corrales) y uno de los edificios de viviendas de la calle Panaderos (Javier Ramón y Guerra). En el acto, que ha contado con la intervención de la experta en DOCOMOMO Sara Pérez Barreiro, han estado presentes también la concejala de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, María Sánchez; el concejal de Salud Pública y Seguridad Ciudadana, Alberto Palomino; y el director de la Escuela de Arquitectura de Valladolid (ETSAVA), Darío Álvarez.
Composición simétrica y tripartita
La conocida como Casa del Barco, escondida en el interior de una manzana con acceso desde el Paseo del Hospital Militar, es uno de los edificios racionalistas más significativos de la ciudad, dentro del Movimiento Moderno de Valladolid. Su autor, Constantino Candeira, planteó un diseño que resolviera las necesidades funcionales de la refinería de aceites Hipesa.
La construcción presenta una gran unidad gracias a la composición simétrica y tripartita del conjunto y de sus partes, aunque manteniendo la independencia de los diferentes usos como oficinas, almacén y refinería. Para marcar la horizontalidad, una de las características más habituales en el Movimiento Moderno, Candeira coloca una serie de bandas horizontales de color blanco que contrastan con el color rojo que envuelve el inmueble. Pero sin duda alguna su característica más particular son las ventanas circulares blancas, como los ojos de buey de un barco, que le otorgan el sobrenombre por el que se le conoce.
Desde 1991, el edificio ha sido transformado en varias ocasiones. Su interior se ha modificado parcialmente, mientras que el exterior se ha alterado para conectar los volúmenes superiores con pasajes, con el objetivo de adaptarlo al uso actual de oficinas municipales.
Placas DOCOMOMO en Valladolid
La Fundación DOCOMOMO se fundó en París en 1990, y se organizó en 1994 con sede en Barcelona como DOCOMOMO Ibérico, integrando el estudio de la arquitectura de España y Portugal de ese período. El COAVA arrancó con la primera colocación de una placa DOCOMOMO en Valladolid en el año 2012 en el Colegio Apostólico de los Padres Dominicos (1952-1957) de Miguel Fisac; al año siguiente, en 2013, colocaron otra placa en el Mercado Central de Abastos de Valladolid (1965-1966) de Juan A. Aguiló Villahermosa y Ángel Valdés Martínez (actualmente Centro Integrado de Equipamientos), sito en la calle Cigüeña y Tórtola; en 2014, en el Matadero Municipal de Valladolid (1931-1936), de Alberto Colomina y Botí, ingeniero; en 2015, en las Escuelas Graduadas (Colegio Público San Fernando) (1932-1950), de Joaquín Muro Antón; en 2016 en el Colegio San Agustín (1959-1961), de Cecilio Sánchez-Robles; en 2017, en el Colegio Internado Sagrada Familia (1963-1967), de Antonio Vallejo Álvarez, Antonio Vallejo Acevedo y Fernando Ramírez de Dampierre; en 2018, en el Hogar Nacional-Sindicalista del barrio de Las Delicias (1937), de Jesús Carrasco Muñoz; en 2019, en el Cinema Roxy, de Ramón Pérez Lozana (1932); y el año pasado, en 2020, en la fábrica de tableros TAFISA, de Antonio Vallejo y Santiago de la Fuente. Además, el Colegio de Cristo Rey también cuenta con otra placa DOCOMOMO que instaló el propio colegio en 2015 con motivo de su centenario.